El mercado tiembla: no por las tasas, sino por la política detrás de ellas

La caída simultánea de las bolsas, los bonos del Tesoro y el dólar no es algo común. Y mucho menos cuando el oro se dispara a máximos históricos y el franco suizo —símbolo de refugio por excelencia— en un día gana más de un 1% frente al dólar. Lo que estamos presenciando no es simplemente una corrección bursátil, sino el reflejo de un terremoto institucional.​

Wall Street no está cayendo solo por cifras. Está cayendo por miedo. Miedo a que el sistema que ha sostenido la hegemonía económica de Estados Unidos —basado en la confianza, la previsibilidad y la independencia de sus instituciones— se esté derrumbando por la ambición de un solo hombre.​

Trump vs. la Reserva Federal: una lucha de poder peligrosa

Donald Trump ha convertido la política monetaria en un ring de boxeo. Acusa al presidente de la Fed, Jerome Powell, de no bajar las tasas “a tiempo”, y ha dejado entrever que evalúa despedirlo. Aunque legalmente no es tan sencillo hacerlo, el solo hecho de ponerlo sobre la mesa erosiona la confianza de los mercados globales.​

Y no, que nadie se confunda: la política monetaria siempre ha tenido tintes políticos. Pero históricamente, el gobierno y la Reserva Federal han buscado coordinarse, dialogar y actuar con la visión de país. No se trataba de una pelea pública, sino de un equilibrio técnico-político entre la Fed y el gobierno que garantizaba estabilidad.​

Lo de hoy no es eso.

Lo de hoy es una guerra de ego, en donde Trump ve a la Fed como un obstáculo a su voluntad, no como un contrapeso institucional. Su intención de manipular las tasas no se basa en fundamentos económicos, sino en su narrativa electoral, pero la narrativa electoral no le sirve a los mercados ni a la formación de precios.​

Uno de los gráficos más importantes para Trump y para todos los que participan en las finanzas es el grafico del bono a 10 años, vemos que desde el “Día de la Liberación” no solo es el crecimiento a la aversión de al riesgo en las acciones estadounidenses, también los rendimientos de la deuda gubernamental a largo plazo han subido y eso significa también más crecimiento del riesgo.

La tasa de política monetaria de la Reserva Federal simplemente controla la tasa de endeudamiento a corto plazo, pero a largo plazo no. El mercado va modelando la tasa a 10 años, tomemos en cuenta que el largo plazo es una serie de periodos cortos, y cada periodo marca su propio nivel. El mercado indica que las tasas de la Fed serán más altas que lo que iban a ser antes del Día de la Liberación para los próximos 10 años. Si se trata de solo tener voluntad, la Fed podría recortar sus tasas ahora mismo, pero no hay garantía de que las tasas que afectan a la economía real también bajen. Por lo tanto, no hay una ganancia evidente a corto plazo, entonces para que insistir en denostar al presidente de la Fed, Trump no gana nada, y ¿por qué lo hace?, por que es su naturaleza, es bocón y bravucón, el buleador de la secundaria .

¿Y qué tan grave es atacar la independencia del banco central?

Es gravísimo. La Fed es el ancla del sistema financiero global. Si pierde credibilidad, lo pierde todo. Así lo explica Michael Brown, estratega en Pepperstone: “Despedir a Powell sería una señal de alarma. La fuga de capitales sería inmediata”.​

El dólar, durante décadas, ha sido considerado el activo más seguro del mundo. ¿Por qué? Porque detrás de él había instituciones fuertes, reglas estables, un mercado de deuda profundo, liquido, y bancos centrales independientes, de hecho, gracias a la enorme entrada de capitales desde hace décadas que fluyen al mercado de valores y de deuda a  Estados Unidos, las tasas se fuerzan a ir hacia abajo, con muy buenos niveles para financiar la deuda.​ Hoy, ese pilar está siendo dinamitado desde dentro. Y el responsable es el propio presidente de Estados Unidos.​

El riesgo coyuntural se puede volver estructural

Los mercados ya están reaccionando y no a los aranceles, sino al ego de Trump y quien lo va a parar. El S&P 500 cayó más del 3%, el Nasdaq más del 3.2%, y los bonos del Tesoro perdieron valor mientras el oro supero días pasados los $3400 la onza.​

Pero más allá de la volatilidad inmediata de los mercados, hay una preocupación más profunda: la desdolarización. China, Europa, Japón y otros países están empezando a rotar sus inversiones fuera de EE.UU. El mundo ya no ve al dólar como intocable, el poderoso dólar, ahora ven un presidente que en los hechos está actuando contra su propio país, y lo que más preocupa, los propios financieros y empresas de Estados Unidos están impávidos; ahora ¿Que candidatos hay para sustituir al dólar? son pocos, a lo mucho 2, pero si hay, y el más evidente es el euro.​

Y la volatilidad no es solo por los aranceles o las guerras comerciales desatadas por Trump. Es porque perciben que el liderazgo estadounidense está en manos de alguien que es —literalmente— un riesgo global.​

Trump: ignorancia, narcisismo y poder. La combinación más peligrosa

El problema no es solo su deseo de controlar la Fed. Es que Trump no entiende la economía, no respeta las instituciones y solo actúa en función de su imagen. Es narcisismo con poder. Y eso es un cóctel que ya ha destruido naciones antes.​

Ya lo vimos con su política arancelaria: impuso tarifas a medio planeta, incluso cuando eso empujan los precios en casa. Lo hizo en nombre del “patriotismo económico”, pero los resultados —más allá de ufanarse como el campeón de las negociaciones— solo han sido expectativas de inflación más altas, parálisis de decisiones de inversión y menor crecimiento, con un clima de incertidumbre generalizada.​

Ahora quiere hacer lo mismo con la política monetaria, como el mismo lo dice de manera soez de otros lideres mundiales —que buscan arreglos con Estados Unidos— él quiere seguir diciendo y presumiendo para su tremendo ego, que “todos le besan el trasero”.​

Pero esta vez, las consecuencias pueden ser peores: si se pierde la confianza en el dólar, no solo colapsa el poder adquisitivo estadounidense, veremos la catastofre de los intereses de la deuda de Estados Unidos, sino que veremos entonces, en donde se va a apoyar todo el orden financiero global.​

¿Estamos al borde de un colapso?

No necesariamente, todavía queda confianza, mucha o poca, no lo sabemos, lo normal es que los agentes de aferren al sistema financiero sostenido por el USD, porque es lo que conocemos. Pero si la Fed cede y se convierte en una extensión del capricho presidencial, entonces sí podríamos hablar de un cambio estructural.​ La confianza se pierde rápido y se recupera lento. Hoy, los mercados están enviando un mensaje claro: si no se respeta la independencia institucional, no hay dólar, bono ni activo americano que valga, y sobre esa confianza se sostiene la enorme deuda de Estados Unidos.​

Y ese es el verdadero riesgo de esta “lucha de poder” entre Trump y la Fed. No es solo una disputa política. Es un ataque al corazón del sistema económico global.​

Víctor Manuel Soto Ledezma es economista egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con especialidad en economía monetaria y financiera. A lo largo de su formación, ha desarrollado un sólido conocimiento en áreas clave como la política monetaria, los mercados financieros y la regulación económica. Además, entiende la importancia de las finanzas y la creación de negocios como motores esenciales para el desarrollo económico de un país, lo que le ha permitido contribuir en diversos proyectos y análisis dentro de su campo profesional.

Publicar comentario