Nadie Quiere una Guerra Prolongada en el Oriente Medio, la Danza de Poder y Paz

Oriente Medio es un nudo de intereses, ideologías y riesgos. A pesar de los constantes roces y la retórica belicosa, existe un consenso tácito entre los principales actores de que una guerra prolongada sería catastrófica para todos. Por qué prevalece la prudencia en Estados Unidos

Irán: El Declive de los Aliados y el Proyecto Nuclear Bajo Presión Severa

La facción más radical del régimen iraní, representada por los Ayatolás y la Guardia Revolucionaria , se encuentra en una posición cada vez más precaria. Tradicionalmente, su poder de proyección se ha basado en una red de aliados y grupos proxy. Sin embargo, en la guerra actual con Israel, se observa un debilitamiento significativo de estas alianzas:

• Hamás , uno de sus principales aliados, ha sido diezmado y su infraestructura militar gravemente afectada en Gaza.
• Hezbolá en el Líbano, aunque aún formidable, ha sufrido bajas importantes y enfrenta una presión interna y externa considerable, limitando su capacidad para escalar sin arriesgar la devastación del propio Líbano.
• Otros grupos militantes apoyados por Irán en la región también enfrentan sus propios desafíos internos y ataques, reduciendo su eficacia como brazos de la política exterior iraní.

A esto se suma la vulnerabilidad de su programa nuclear, que ha sufrido un golpe significativo. Recientemente, Estados Unidos llevó a cabo un ataque sin precedentes, denominado “Operación Midnight Hammer”, contra tres de las principales instalaciones nucleares de Irán: Fordow, Natanz e Isfahán . Utilizando bombarderos furtivos B-2 y las potentes bombas anti-búnker GBU-57 Massive Ordnance Penetrator (MOPs) —con un altisimo costo economico—, diseñadas para penetrar decenas de metros bajo tierra, el ataque tuvo como objetivo las instalaciones profundamente enterradas.

Informes de funcionarios estadounidenses e israelíes, así como análisis de imágenes satelitales, sugieren un “daño y destrucción extremadamente severas” en los sitios, especialmente en Fordow, una instalación altamente fortificada construida dentro de una montaña. Aunque Irán ha insistido en que su trabajo nuclear continúe y no hubo peligro de contaminación, el uso de estas armas únicas, que solo Estados Unidos posee, representa un revés considerable para el proyecto nuclear iraní. La combinación de aliados debilitados y un programa nuclear bajo constante amenaza ha mermado restrictivamente las opciones estratégicas de los elementos más duros del régimen iraní, lo que se percibe como un factor decisivo que podría empujarlos a negociar la paz con Israel.

La Postura de Estados Unidos: Evitar el Caos y Fomentar la Moderación

Una pregunta recurrente es por qué Estados Unidos a pesar de las presiones, no opta por una intervención militar directa para derrocar al régimen de los Ayatolás, considerado terrorista por muchos. La respuesta radica en la amarga lección de experiencias pasadas en la región:

• El ejemplo de Irak: La invasión de Irak en 2003 y el posterior derrocamiento de Saddam Hussein, si bien eliminaron un régimen autoritario, también sumieron al país en un caos prolongado , con una guerra civil, el surgimiento de grupos extremistas y una inestabilidad regional que aún hoy persiste. El coste humano, económico y estratégico fue inmenso.
• El caso de Libia: La intervención en Libia en 2011, que llevó a la caída de Muammar Gadafi, también resultó en un vacío de poder que desencadenó años de conflicto civil y la proliferación de milicias, convirtiendo al país en un foco de inestabilidad.

Basándose en estas experiencias, Washington reconoce que un desastre forzoso del régimen iraní tiene una probabilidad muy alta de generar un caos incontrolable , con repercusiones impredecibles para toda la región y para los intereses globales. Irán, con su gran población, diversidad étnica y geográfica compleja, no es comparable con Libia, ni siquiera con el Irak de posguerra. Un colapso del estado iraní podría desatar una guerra civil a gran escala, un éxodo masivo de refugiados y el riesgo de que armas y materiales sensibles caigan en manos equivocadas.

Ante este panorama, la estrategia más prudente para Estados Unidos es esperar que grupos de poder más moderados en Irán accedan al liderazgo . Esta esperanza se sustenta en la existencia de una clase media iraní robusta y educada , quizás más fuerte y consciente que en otros países con regímenes teocráticos estrictos. Esta clase social, junto con una juventud cada vez más conectada con el mundo exterior, es vista como un motor potencial de cambio interno que, a largo plazo, podría conducir a una transición más pacífica hacia un gobierno menos radical.

El Estrecho de Ormuz y porque los precios del petroleo no han reacccionado

Una prueba irrefutable de que nadie desea una escalada mayor es la muy baja probabilidad de que Irán cierre el Estrecho de Ormuz . Aunque Irán ha amenazado con hacerlo en el pasado, la realidad es que el cierre de esta vital ruta marítima, por donde transita una parte significativa del petróleo mundial, tendría consecuencias devastadoras para la economía global y, tambien para los propios intereses de Irán.

Cerrar Ormuz no solo afectaría a Occidente, sino también a aliados poderosos de Irán, como China , que dependen en gran medida del petróleo que pasa por este estrecho para satisfacer sus vastas necesidades energéticas. China, una potencia económica global con intereses en la estabilidad energética, no toleraría una interrupción prolongada y ejercerá una presión significativa sobre Irán para que mantenga la vía abierta. La presencia militar estadounidense en la región también es una formidable disuasión, eso explica porque los mercados y precios del petroleo siguen estables.

Cooperación Silenciosa: Los Canales de Contacto Persisten

A pesar de la histórica animosidad religiosa y política entre el régimen chiita de Irán y la mayoría de los países árabes sunitas (como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Qatar), la realidad pragmática dicta que la comunicación es esencial. De manera menos visible, estos países árabes han desempeñado y siguen desempeñando un papel necesario como facilitadores de contacto entre Irán, Israel y Estados Unidos.

Estos canales de comunicación, a menudo indirectos y discretos, se han mantenido a lo largo de muchos años. Los Emiratos Árabes Unidos y Qatar en particular, han cultivado lazos diplomáticos y económicos que les permiten actuar como intermediarios. Esta cooperación, se da a pesar de las diferencias ideológicas y la retórica pública, demuestra el interés compartido en la contención de conflictos y en la búsqueda de soluciones pragmáticas. Es un testimonio de que, incluso en las regiones más volátiles, la diplomacia y la necesidad de evitar la guerra pueden abrir puertas donde menos se espera, todo eso hace que en esta guerra, los mercados sigan subiendo y los precios del petroleo sigan estables.