La Paradoja China: ¿Puede la Innovación Tecnológica Florecer Bajo un Régimen Autoritario?
China ha asombrado al mundo con su rápido crecimiento económico y su transformación en una potencia global. Ha creado una clase profesional especializada en tiempo récord, ofreciendo altos ingresos a millones de trabajadores de alta educación y emprendedores que son buscados y perseguidos por compañías extranjeras de todo el mundo para hacerlos sus clientes y venderles sus productos. Sin embargo, bajo la superficie de este progreso, se esconden tensiones y desafíos que cuestionan la sostenibilidad de su modelo económico y político.
La Necesidad de Cambiar el Modelo Económico
El modelo tradicional de China, sustentado en inversiones masivas en infraestructura y una mano de obra barata y abundante, ha impulsado su economía durante décadas. Sin embargo, este enfoque se está agotando por diferentes causas ya bastante discutidas como:
1. La crisis del sector inmobiliario y el sobreendeudamiento de los sectores de la construcción por enormes deudas. El sobreendeudamiento de los promotores inmobiliarios y la caída en la demanda han provocado una gran desaceleración, generando preocupaciones sobre la estabilidad financiera del país.
2. Las tensiones comerciales internacionales: Las exportaciones chinas se enfrentan a crecientes obstáculos debido a las tensiones comerciales con Estados Unidos y Europa. Los gobiernos occidentales han impuesto aranceles y restricciones a productos chinos, citando preocupaciones sobre prácticas comerciales desleales y cuestiones de seguridad nacional, especialmente en el ámbito tecnológico.
Eso da una dependencia insostenible: La dependencia excesiva del crecimiento económico en la inversión en infraestructura y exportaciones de bajo valor añadido no es sostenible ya a largo plazo. La economía mundial está cambiando, hoy la demanda de productos de alta tecnología y servicios está en aumento. Ante este panorama, China reconoce la necesidad de reinventar su modelo económico para mantener su crecimiento y posición en el escenario global.
Hipótesis: Para desarrollar la creatividad y el desarrollo económico en China y cualquier otro lugar se necesita libertad de pensamiento y libertad económica. Una economía creativa exige que las personas tengan la libertad de pensar y trabajar en lo que les apasiona, sin temor a represalias o restricciones ideológicas. El comunismo chino plantea una paradoja, por un lado, el país busca convertirse en una potencia tecnológica líder, autosuficiente y capaz de competir a nivel global, China puede imponer la forma y cantidades en como se distribuyen los recursos en las diferentes ramas productivas. Por otro, las restricciones ideológicas para mantener el control del poder absoluto pueden sofocar la creatividad y la innovación necesarias para lograr el objetivo de una economía de exportación de alta tecnología.
La Reestructuración Económica y sus Consecuencias
El presidente Xi Jinping ha tomado la decisión de reestructurar la segunda economía más grande del mundo, enfocándose en el crecimiento de “alta calidad” en lugar de “alta velocidad”. Industrias que antes eran los motores clave del crecimiento, como las finanzas, la tecnología de consumo y el sector inmobiliario, ahora están en desgracia. Recursos y esfuerzos se canalizan hacia áreas como los vehículos eléctricos y la producción de semiconductores, y se imponen nuevas medidas al sector financiero y al de alto consumo.
Esta transición ha dejado a muchos trabajadores chinos a la deriva. Por ejemplo, profesionales de finanzas enfrentan recortes salariales, despidos y un futuro incierto. Tomaremos como ejemplo a Wu, (ejemplo tomado de Bloomberg) un empleado en una empresa financiera estatal, él ha visto su salario reducirse en un 20% y se preocupa por cómo sostener la educación de sus hijos en una escuela internacional, símbolo del estatus de clase media alta en China, esta situación se repite en todo el sector financiero chino, incluidas amenazas de cárcel y de condenas de muerte por corrupción a algunos altos directivos de los bancos chinos. La desilusión entre los trabajadores mejor formados se ve en muchos informes del país.
El esfuerzo ya no se traduce en recompensas, y muchos sienten que su trabajo carece de sentido. La sensación de estancamiento y la falta de oportunidades afectan no solo el bienestar individual, sino también el potencial innovador de los trabajadores de ese sector. Este descontento se ve agravado por las medidas del gobierno para controlar excesos y reducir la desigualdad. El Partido Comunista tiene como eslogan y como propósito servir al pueblo y una de sus metas es reducir las disparidades en la población, las acciones punitivas contra sectores como las finanzas y la tecnología de consumo pueden tener el efecto contrario, desmotivando a quienes podrían impulsar la próxima ola de innovación.
Los entornos más innovadores son aquellos que permiten la libre expresión y el intercambio de ideas. Sin esta libertad, es difícil fomentar la creatividad necesaria para avances tecnológicos significativos. Si existen medidas de control y de represión de los sectores clave esto puede llevar a una fuga de talento y a una disminución en la competitividad global de China. Además, la desmotivación y desmoralización de los mejores y más brillantes trabajadores pueden tener consecuencias a largo plazo para la economía. Si las personas sienten que sus esfuerzos no son valorados o que no tienen posibilidades de progreso, es probable que disminuya la productividad y se frene el impulso innovador.
¿Por qué ha pasado esto? Por cuestiones ideológicas.
China, a pesar de adoptar prácticas de mercado y fomentar el crecimiento económico, sigue siendo ideológicamente comunista. Para China es más peligrosa la desigualdad que la pobreza o los bajos ingresos de la población, el problema no es que unos ganen poco, el problema es que unos ganan demasiado, para solucionar ese problema si no es posible aumentar los sueldos en general, entonces disminuyes los sueldos más altos, de ese modo disminuyes la desigualdad, esa es una solución mala pero rápida. El gobierno puede hacer eso porque mantiene un control estricto sobre la dirección del país, sobre la opinión publica y mantiene un férreo control de las empresas nacionales, tomemos en cuenta que las decisiones económicas están profundamente influenciadas por consideraciones políticas e ideológicas.
Esta adhesión al comunismo plantea una paradoja. Por un lado, el país busca convertirse en una potencia tecnológica líder, autosuficiente y capaz de competir a nivel global. Por otro, las restricciones ideológicas pueden sofocar la creatividad y la innovación necesarias para lograr este objetivo.
El Dilema de la Creatividad en un Entorno Controlado
La creatividad y la libertad de innovación son motores esenciales para el desarrollo de industrias tecnológicas de punta. Históricamente, estas florecen en entornos donde se fomenta la libertad de pensamiento y se permite a las personas explorar ideas sin restricciones y disfrutar del beneficio económico de este trabajo. Sin embargo, en China, el gobierno mantiene una línea ideológica firme sobre lo que la gente debe hacer y lo que debe pensar, ¿puede esto limitar la capacidad del país para competir en sectores que requieren un alto grado de innovación? Según nuestra hipótesis, para desarrollar la creatividad se necesita libertad de pensamiento. Una economía creativa exige que las personas tengan la libertad de pensar y de trabajar en lo que les apasiona, sin que haya temor a represalias o restricciones ideológicas.
¿Hay Creatividad Bajo Restricciones Ideológicas?
La creatividad y la innovación son pilares esenciales para el desarrollo de productos de alta tecnología. Históricamente, estas florecen en entornos donde se fomenta la libertad de pensamiento y se permite a las personas explorar ideas sin restricciones y sin temores a la crítica. En China, el gobierno que es ideológicamente comunista, impone una línea sobre lo que la gente debe pensar y cómo deben comportarse. Esta falta de libertad de pensamiento puede limitar la capacidad del país para competir en sectores que requieren un alto grado de innovación. Para desarrollar una economía creativa, es imprescindible dar libertad a las personas en lo que piensan y en lo que trabajan. Sin esta libertad, la innovación se ve sofocada, y el potencial de desarrollar una industria de exportación de alta tecnología se ve acotado.
El acoso al sistema financiero chino y a sus trabajadores
El pensamiento de Xi Jinping como líder supremo de la China comunista se ha vuelto ineludible para banqueros y empresarios en toda China. Hay manuales y hay sesiones de estudio sobre su ideología, y estas se han vuelto obligatorias no solo en instituciones gubernamentales, sino también en empresas estatales y privadas, incluso los empleados de empresas globales no chinas han sido convocados a estas conferencias.
Este énfasis en la ideología de Xi Jinping subraya cómo algunos líderes políticos alimentan su ego y su poder al hacer que otros piensen como ellos. Al priorizar la lealtad al partido y a la figura de Xi por encima de la productividad y la innovación, se sacrifica el bienestar económico y la libertad de las personas. La imposición de un pensamiento único limita la diversidad de ideas y sofoca la creatividad necesaria para el desarrollo tecnológico.
Fuente bloomberg.com China International Capital Corp Ltd
Los motores tradicionales de crecimiento chinos
Los motores tradicionales del crecimiento económico de China, como la construcción y el sector inmobiliario, pudieron trabajar bajo este esquema, pero eso provoco que se desarrollaran enormes deudas y desafíos, ya que muchos proyectos de enormes inversiones simplemente se hicieron por cuestiones políticas o de beneficios a miembros del partido. El sector inmobiliario, que llegó a representar casi una cuarta parte de la economía en su apogeo, hoy ha sido golpeado con medidas gubernamentales contra el endeudamiento excesivo de los promotores. Esto ha llevado a una caída en picado de un sector sobre apalancado, generando preocupación tanto a nivel nacional como internacional.
La construcción, íntimamente ligada al sector inmobiliario, también sufre las consecuencias. La disminución en la demanda de nuevas propiedades y las restricciones crediticias han dejado a muchas empresas constructoras al borde de la insolvencia. Estos problemas estructurales amenazan con provocar un efecto dominó en otros sectores de la economía, aumentando el riesgo de una desaceleración más profunda.
Además de los desafíos internos, las exportaciones chinas corren el riesgo de verse acosadas por los gobiernos de Europa y Estados Unidos. Las tensiones comerciales y las preocupaciones sobre prácticas comerciales desleales han llevado a la imposición de aranceles y restricciones a productos chinos. La creciente competencia y el proteccionismo en mercados clave pueden limitar el acceso de China a mercados internacionales esenciales para su crecimiento económico.
Fuente Yahoo Finanzas. Alibaba Group Holding Limited (BABA)
Las políticas de Estados Unidos y Europa buscan, en parte, contrarrestar el ascenso tecnológico de China y proteger sus propias industrias estratégicas. Esto puede dificultar aún más los esfuerzos de China por desarrollar y exportar productos de alta tecnología, especialmente si no se abordan las preocupaciones sobre propiedad intelectual y prácticas comerciales.
Un crecimiento centralizado y enfocado
Muchos observadores, políticos y pensadores internacionales se sienten deslumbrados por el rápido crecimiento económico de China. Sin embargo, debemos recordar que este crecimiento ha ocurrido en un entorno donde no existen sindicatos independientes ni libertad de pensamiento. Los trabajadores carecen de mecanismos para defender sus derechos, y la censura limita el flujo de información y la crítica constructiva.
La falta de sindicatos fuertes impide que los trabajadores negocien colectivamente por mejores condiciones, lo que puede llevar a abusos y descontento. Sin libertad de pensamiento, la innovación se ve restringida, ya que las ideas fuera de la línea oficial son reprimidas. Aquellos que admiran el crecimiento económico de China deben considerar que existe un costo oculto de ese crecimiento y las limitaciones que puede imponer a largo plazo.
Los líderes que se enfocan en perpetuar su poder y promover la autoalabanza a expensas de la economía y la libertad de las personas pueden llevar a su país al estancamiento. Al centralizar el control y eliminar la disidencia, se crea un entorno donde el miedo supera a la creatividad. Esto es particularmente peligroso en industrias de alta tecnología, donde la innovación es esencial. Las medidas enérgicas contra sectores clave han generado incertidumbre y desmoralización entre los profesionales. La falta de incentivos y el temor a represalias desalientan la toma de riesgos y la búsqueda de nuevas ideas. Pero fuera de eso ¿Qué tiene a su favor China? Su gran población y territorio, la homogeneidad de su sociedad, la alta tasa de graduados en matemáticas, físicos e ingenierías, pero y sobre todo, ese control sobre la economía y las empresas le permite enfocar sus esfuerzos a un solo objetivo, todo esto no es poca cosa, pocos países pueden darse el lujo de contar con estos activos para la creacion de nuevas empresas.
Conclusión: Un Futuro bajo amenazas múltiples
China enfrenta desafíos significativos que ponen en duda la sostenibilidad de su modelo de crecimiento. Los problemas en los sectores de construcción y bienes raíces, combinados con las amenazas a sus exportaciones desde Occidente, crean un entorno económico inestable. Además, las restricciones ideológicas desde adentro y la falta de libertad de pensamiento pueden estar socavando su capacidad para innovar y adaptarse. Además, el ataque al sistema financiero chino para que no sea tan poderoso –porque no va con la ideología comunista de Xi Jingping— limita el financiamiento natural que requiere el desarrollo de las nuevas tecnologías chinas que se espera se desarrollen, si no se financian con el ahorro natural de la población china, entonces ¿con qué se va a financiar? Un camino sería la ¿emisión monetaria? ¿Cuáles serían las posibilidades de ese financiamiento? Para que China pueda superar estos desafíos y continuar su ascenso económico, deberá reconciliar su ideología con las necesidades de una economía moderna y creativa. Esto implica permitir mayor libertad de pensamiento y expresión, fomentar un entorno donde la innovación pueda prosperar sin restricciones políticas, y abordar los problemas estructurales en su economía. La historia ha demostrado que las economías más exitosas son aquellas que valoran y protegen la libertad de sus ciudadanos y que cuentan con motores de crecimiento sólidos y sostenibles. Los líderes que buscan controlar el pensamiento y perpetuar su poder a expensas de la libertad y el bienestar económico corren el riesgo de estancar el progreso de su nación. China tiene el potencial de ser una potencia tecnológica líder, ha demostrado de sobra que lo puede hacer, pero para lograrlo, deberá enfrentar y resolver los desafíos internos y externos que amenazan su futuro económico y su lugar en el mundo.
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