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Ingeniería Social: Cómo tus reacciones en redes sociales exponen tu privacidad y datos financieros

como las redes y el internet te manipulan

Tus reacciones digitales: la nueva huella psicológica

¿Qué es la ingeniería social y por qué debería preocuparte?

En la vida cotidiana, las redes sociales se han vuelto una parte imprescindible tanto para usuarios cotidianos que buscan entretenerse y relajarse, como para aquellos que las usan para vender mercancias y promocionar marcas. Nada de lo que sucede en el entorno virtual es casualidad. Cada click, cada interacción que haces, se registra con el fin de crear un perfil que, con el tiempo, es segmentado.

Las reacciones, comentarios o publicaciones pueden parecer triviales: una risa, un me enoja, un meme compartido sin pensar. Quizás creas que con cada me divierte que dejas te empoderas; sin embargo, esos gestos son huellas digitales emocionales que tanto empresas, gobiernos o ciber criminales pueden analizar para construir perfiles psicológicos, identificar patrones de comportamiento y ejecutar ataques de ingenieria social.

El rastreo invisible

Todo lo que sigue se puede resumir en la siguiente pregunta: ¿Usamos las apps, o en realidad ellas nos usan a nosotros?

Cada vez que aceptas los términos y condiciones sin leerlos, estas dando permiso para que plataformas cotidianas como Uber, Tiktok, Mercado Libre o Netflix compartan tus datos con terceros. ¿Sientes que es paranoia? No lo es. Es negocio.

Desde registros de ubicación, hasta métodos de pago, toda esta información se cruza entre plataformas gracias a algo llamado listas publicitarias compartidas. Tú no las ves, pero estás en ellas.Podría estar casi seguro que has visto un aviso de privacidad que requiere tu consentimiento en alguna de estas plataformas para “mejorar tu experiencia”.

Aunque suene ambigüo, esta frase permite que se compartan tus datos con empresas afiliadas, socios comerciales y plataformas publicitarias. Crean perfiles predictivos: saben si eres estudiante, trabajador, padre, madre, viajer@, comprador@ compulsiv@ o activista, con un largo etcétera.

En el mundo digital, no eres solo un usuario. Eres un producto. Todo se registra, se analiza y se convierte en parte de tu perfil psicológico. Y lo más inquietante: tú diste permiso sin saberlo.

Tus reacciones digitales: la nueva huella psicológica

El algoritmo no solo te observa, te moldea.

Si supieras que cada plataforma digital está diseñada para algo más que entretenerte, te detendrías a pensar dos veces antes de compartir ese meme chistoso, presumir tus vacaciones con fotos o hacer ese comentario reactivo, que más que impresionar a otros, terminas exponiendote.

Los ingenieros detrás de estas plataformas estudian neurociencia, comportamiento humano y economía de la atención, para que tú no solo uses la app, sino que te conviertas en ella. Todo esto está categorizado en principios psicológicos:

• Refuerzo intermitente: no sabes cuándo recibirás una recompensa (un like, una notificación, un comentario) con el fin de mantenerte enganchado.

• Sesgo de confirmación: te muestran contenido que refuerza lo que ya crees, para que sigas interactuando sin cuestionar.

• Efecto de arrastre: si muchos reaccionan a algo, tú también lo harás. Así se viraliza lo que conviene.

• Sesgo de disponibilidad: lo que ves más seguido parece más importante o cierto, aunque no lo sea. “Los accidentes no existen” replicó el sabio tortuga a Poo, el guerrero dragón en la película Kung Fu Panda. Por lo tanto, cada sesgo es parte del diseño en las plataformas digitales.

¿Cómo las plataformas recopilan y comparten tus datos?

El riesgo para tu privacidad y seguridad financiera

El ecosistema oculto de datos compartidos.

Todo empieza por un click: “Acepto los términos y condiciones”. Esto hace referencia al capítulo de South Park, cuando Kyle es sometedio a una serie de experimentos humanos por parte de la empresa Apple por haber dado su “consentimiento” sin haberse detenido a leer antes esos términos y condiciones de uso. ¡Suena gracioso! Pero lo que muchos no saben, es que las plataformas ya mencionadas, entre otras, comparten datos entre sí a través de listas publicitarias activadas por defecto. No lo leíste, pero diste tu consentimiento.

Estas listas permiten que:

• Tiktok sepa que compraste algo en Mercado Libre.

• Uber sepa que reaccionaste a una campaña de Instagram.

• Facebook te muestre anuncios basados en tu historial de viajes o compras.

Pero todo esto no solo se resume en publicidad, estos datos pueden ser usados para manipular tu comportamiento, influir en tus decisiones o incluso facilitar ataques de ingeniería social si caen en manos equivocadas.

El riesgo para tu privacidad y seguridad financiera

Sin embargo, hay otro nivel menos visible: las redes OSINT, donde investigadores, analistas -y sí, también actores maliciosos- rastrean información pública para construir perfiles detallados.

No necesitan hackearte, solo observan lo que tú mismo has dejado abierto: comentarios, fotos, reacciones, ubicaciones, grupos, horarios. Todo puede ser usado para diseñar mensajes personalizados que te engañen.

Un ejemplo real: Un atacante puede ver que reaccionas frecuentemente a publicaciones de una marca financiera. Luego, te enviá un correo o SMS falsohaciéndose pasar por esa empresa, con tu nombre y tono familiar. Tú confías, haces click… y caes.

Los cibercriminales pueden comprar o acceder a estas listas filtradas en foros clandestinos. Pueden usar tus datos para suplantarte, robarte o manipularte emocionalmente.

Consejos prácticos para proteger tu información personal Attractive Heading

¿Qué puedes hacer?

Hoy en día la privacidad se está tomando cada vez más en serio. Tú puedes blindar mejor tu perfil siguiendo unos pasos sencillos para evitar ser vícitima del spam masivo o ciberataques:

• Revisa la configuración de privacidad en cada app. Muchas activan el rastreo por defecto.

• Usa navegadores con bloqueadores de rastreo (como Brave, DuckDuck Go o Tor)

• No vincules todas tus cuentas entre sí, algo que servicios de usuarios como Google facilita. Cada conexión es una puerta abierta.

• Desactiva la personalización de anuncios en Google, Facebook o Tiktok.

• Piensa dos veces antes de reaccionar o comentar en publicaciones públicas. Cada click cuenta.

• Instala servicios de VPN para dificultar el rastreo en tu navegación por internet.

Si no pagas con dinero, pagas con tu información

Las redes sociales no son gratuitas. Tú pagas con tus datos, tus emociones y tu tiempo. Si no entiendes como funciona el sistema, te conviertes en parte de él.

No se trata de dejar de usar estas plataformas, sino de usarlas con conciencia,
inteligencia, estrategia y autonomía.

Manuel Helaman S Alvarez es estudiante de Ingeniería Aeronáutica, con formación profesional en programación y desarrollo de software. Su trayectoria académica se distingue por un enfoque multidisciplinario que integra las ciencias exactas con el análisis tecnológico y social.Su interés en la seguridad digital y la protección de datos lo ha llevado a desarrollar investigaciones independientes sobre cómo la interacción cotidiana en plataformas digitales impacta en la privacidad, la vida social y, en última instancia, en la estabilidad económica y financiera de los individuos.Como colaborador en Fimun, contribuye con artículos que combinan rigor técnico, pensamiento crítico y análisis social, ofreciendo una perspectiva integral que busca no solo informar, sino también promover la conciencia y la prevención en torno a los riesgos de la era digital.

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