
Por: Fimun
Análisis de cómo las tesis del Nobel 2025 sobre “destrucción creativa” explican el estancamiento de México. Descubre cómo la protección a monopolios públicos (PEMEX, CFE) y privados (TELCEL) extrae riqueza de la sociedad.
La Academia Sueca este 2025 envío un mensaje contundente a México con el Premio Nobel de Economía 2025, otorgado a Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt. Lejos de ser un reconocimiento a teorías abstractas, este premio es un manual de instrucciones sobre por qué unas naciones prosperan y otras se estancan. Sus tesis diagnostican con precisión quirúrgica la enfermedad crónica de la economía mexicana: la falta de competencia.
1. Las Tesis de los Laureados: Innovar o Morir
Para entender por qué no crecemos, los ganadores nos ofrecen dos pilares fundamentales:
- Mokyr y el “Conocimiento Útil”: El crecimiento explosivo se da cuando el conocimiento científico y la técnica dialogan libremente en un “Mercado de las Ideas”. El enemigo son las fuerzas conservadoras (gremios o gobiernos) que bloquean la innovación para no perder su estatus.
- Aghion, Howitt y la “Destrucción Creativa”: Retomando a Schumpeter, prueban que la competencia es el motor de la innovación. Si una empresa sabe que nadie puede quitarle su lugar, dejará de mejorar. Proteger a las empresas viejas (o dominantes) para mantener el statu quo es destruir el crecimiento de mañana.
2. México y la Trampa de los Monopolios Estatales (PEMEX y CFE)
Nuestro modelo energético actual es la antítesis de lo que proponen los Nobel. Al proteger a PEMEX y CFE bajo un falso paradigma de “soberanía”, hemos creado máquinas de Extracción de Rentas.
Al no tener competencia real, estos gigantes estatales extraen riqueza de la sociedad de dos formas:
- Vía Precios y Calidad: Pagamos energía cara y deficiente.
- Vía Privilegios de la “Casta Dorada”: Los sindicatos capturan la renta petrolera y eléctrica con jubilaciones y prestaciones muy superiores a las del trabajador promedio. Es el ciudadano común quien, con sus impuestos, subsidia estos privilegios mientras recibe servicios públicos precarios.
3. La otra cara de la moneda: Del Monopolio Público al Privado (El caso TELMEX-TELCEL)
Es vital entender que el problema no es solo que la empresa sea del gobierno. La historia económica de México nos enseña que un monopolio privado protegido por el Estado es igualmente depredador.
Cuando TELMEX se privatizó en los 90s, no se creó un mercado libre; se transformó un monopolio estatal en un monopolio privado. Durante años, esta empresa extrajo rentas abusivas de la sociedad, famosamente a través del cobro excesivo de la Larga Distancia. Los mexicanos pagaban tarifas astronómicas por comunicarse con sus familiares, transfiriendo riqueza de los hogares a las arcas del monopolista.
La herencia del “Desarrollo Estabilizador”
Esta práctica de proteger “campeones nacionales” no era nueva. Viene de la lógica del Desarrollo Estabilizador de los años 60s y 70s, donde el gobierno elegía a dedo qué empresas debían dominar, protegiéndolas de la competencia externa e interna. Si bien ese modelo dio estabilidad un tiempo, fracasó estrepitosamente en los 80s al crear industrias ineficientes e incapaces de competir en el mundo. Al privatizar TELMEX sin abrir la competencia real, se repitió el vicio: el Estado garantizó la rentabilidad del privado a costa del bolsillo del usuario.
La mutación: De Telmex a TELCEL
Ese abuso de posición dominante mutó hacia la telefonía móvil con TELCEL (del mismo conglomerado). Durante años, la empresa usó las tarifas de interconexión (lo que cobra a otras compañías por terminar llamadas en su red) como una barrera de entrada para asfixiar a cualquier competidor que intentara ofrecer mejores precios.
La Reforma y el retroceso actual
Fue hasta la Reforma en Telecomunicaciones del sexenio de Peña Nieto que se intentó corregir esto. Al eliminar el cobro de larga distancia y regular las tarifas de interconexión (declarando a América Móvil como “Agente Económico Preponderante”), se dio un boom de competencia. Vimos la entrada de nuevos jugadores (como AT&T y las operadoras virtuales), mejores planes y precios más bajos. La “destrucción creativa” empezó a funcionar.
Sin embargo, hoy las alertas están encendidas de nuevo. La regulación parece haberse relajado y todo indica que se está volviendo a privilegiar a TELCEL, permitiéndole recuperar su dominio casi absoluto del mercado. Si permitimos que este actor dominante vuelva a cerrar la puerta a la competencia, regresaremos a la época donde una sola empresa decide cuánto y cómo nos comunicamos.
Conclusión: Romper los Paradigmas
Los Nobel 2025 nos dicen que el bienestar no se decreta, se construye con competencia y conocimiento. Mientras México siga apostando por la “Soberanía” entendida como el mantenimiento artificial de monopolios (sean petroleros hoy o telefónicos ayer), seguiremos viendo un crecimiento mediocre.
Necesitamos permitir que la destrucción creativa haga su trabajo en el sector energético. Necesitamos que empresas nuevas traigan “conocimiento útil” y tecnología de punta, obligando a los gigantes estatales a dos cosas competir o morir. Hoy PEMEX sobrevive gracias a trasferencias de gobierno para pagar sus deudas y a que le han relajado los pagos de los derechos que está obligado a hacer al gobierno. Si no se permite la competencia en el sector energético, seguiremos siendo una economía que mira al pasado, financiada por el sacrificio de los ciudadanos del presente.



