Narrativa Bíblica en las Campañas Estadounidenses: Trump, Teorías Conspirativas y Referencias Religiosas
Desde los días de Ronald Reagan hasta la era de Donald Trump, la religión ha jugado un papel central en la narrativa política de Estados Unidos. Sin embargo, esta conexión no siempre ha sido para inspirar ideales universales o para guiar la moral pública. A veces, la Biblia se convierte en un manual de estrategia electoral, y pocos han aprovechado esto mejor que Donald Trump y otros políticos contemporáneos.
La Nueva Jerusalén y el “Muro Divino”
A través de los siglos, figuras políticas estadounidenses han usado referencias bíblicas para resaltar la misión “sagrada” de Estados Unidos. Reagan, por ejemplo, definió a su nación como una “ciudad resplandeciente sobre una colina”, inspirándose en el Sermón del Monte y fusionando la narrativa puritana con el excepcionalismo estadounidense. Esta imagen sugiere un lugar de libertad y justicia, reservado para los justos, pero también protegido de los “impíos” que están fuera de sus muros. livescience.com Wikipedia
Trump, sin embargo, ha llevado esta idea al extremo al evocar imágenes apocalípticas para defender su postura antimigratoria. Su declaración de que quienes cruzan la frontera “envenenan la sangre de nuestro país” no es casual, sino una reinterpretación del lenguaje bíblico para representar a los inmigrantes como una amenaza moral y física. Aquí, Trump no solo usa la Biblia para promover su visión de una América “pura”, sino que legitima la exclusión aludiendo a un mensaje que resuena en los sectores más religiosos de su audiencia. Ancient Origins
Creacionismo y Electorado: Un Público Devoto a la Narrativa Bíblica
La retórica bíblica de Trump funciona, en gran parte, gracias a un electorado que acoge esta visión de forma literal. Según las encuestas, aproximadamente un 40% de los estadounidenses creen que la Tierra fue creada hace menos de 10,000 años, en una interpretación directa de los textos bíblicos. Este porcentaje no es trivial, ya que muestra un sector significativo de la población que comparte no solo una fe inquebrantable en la Biblia, sino una interpretación literal de sus mensajes. Wikipedia
Esta creencia es un terreno fértil para las referencias bíblicas en el discurso político. Al hablar de “enfermedades” o “plagas” traídas por inmigrantes, o de un “muro divino” que, como el cielo, debe proteger a Estados Unidos de los impíos, Trump y otros conservadores canalizan los temores y las convicciones de un grupo que se ve a sí mismo como los elegidos de Dios, viviendo en una versión moderna de la “Nueva Jerusalén” mencionada en Apocalipsis. livescience.com
La Biblia Como Herramienta Electoral
Trump ha demostrado una habilidad única para combinar nacionalismo cristiano con un atractivo político de “protector divino”, presentándose a sí mismo como un salvador de los valores cristianos. Esta táctica no es nueva. Desde hace décadas, la Biblia ha sido utilizada en la política estadounidense como una herramienta para cimentar la identidad nacional y construir muros, literales y figurativos, alrededor de la cultura estadounidense. Los inmigrantes se han convertido en los “enemigos” de la Nueva Jerusalén, los impíos que buscan entrar a una tierra prometida que, según los discursos de algunos líderes, les pertenece solo a los verdaderos creyentes. Ancient Origins
Mientras Reagan usó su fe para promover la libertad individual y la democracia en una narrativa más global, Trump ha redirigido esta visión hacia el nacionalismo cristiano blanco, interpretando su misión en términos de protección y exclusión. Al promocionar una Biblia con la bandera estadounidense y la Constitución en su portada, Trump no solo vende un libro; vende una visión donde Estados Unidos es, literalmente, el pueblo elegido, con el deber de excluir a los “otros”. Ancient Origins
La Narrativa Religiosa: Protección de la “Nueva Jerusalén” y Temor al Extranjero
Para los grupos religiosos que toman la Biblia literalmente, la teoría del gran reemplazo que sostiene que las élites y ciertos grupos minoritarios conspiran para reemplazar a las poblaciones blancas con inmigrantes no europeos, encuentra un terreno fértil en los sectores religiosos conservadores de Estados Unidos, donde se entrelaza con temas bíblicos y apocalípticos. Esto se alinea fácilmente con imágenes de protección divina y pureza moral. La idea de proteger un “pueblo elegido” o una “ciudad sagrada” resuena con pasajes del Apocalipsis que describen la “Nueva Jerusalén” rodeada de muros y purgada de impíos. En la retórica de políticos como Trump, esto se transforma en un llamado a “proteger” a Estados Unidos de quienes son vistos como una amenaza a su identidad y valores. Sus discursos aluden a un lenguaje bíblico que evoca plagas y seres “inmundos” para describir a inmigrantes y minorías, términos que encuentran eco en aquellos que ven en la Biblia una guía para interpretar el “orden social” de su país.
La popularidad de la teoría del gran reemplazo refuerza esta visión, ofreciendo una narrativa casi profética de “amenaza” a la civilización cristiana. Como se observó en la manifestación de “Unite the Right” en 2017 en Charlottesville, los eslóganes “No nos reemplazarán” y “Los judíos no nos reemplazarán” hicieron eco de estas creencias, reflejando un miedo profundamente arraigado y adaptado a una interpretación bíblica que algunos sectores conservadores religiosos encuentran creíble y acorde con su misión de preservar una “nación sagrada”.
La Biblia y el Miedo al Reemplazo
El uso de la teoría del gran reemplazo en discursos políticos se basa en el miedo a perder una identidad nacional y religiosa, y en una visión donde las fronteras no solo protegen la seguridad, sino la pureza cultural y moral. Para un sector que ve en Estados Unidos una “Nueva Jerusalén” amurallada, la imagen de un “muro divino” tiene un peso moral. Bajo esta narrativa, se reinterpretan los muros fronterizos como un símbolo de protección divina, una barrera necesaria para impedir la “corrupción” y el “reemplazo” de una población que, en su visión, es la verdadera heredera del “pueblo elegido”.
Una Fe Cuestionable Pero Un Respaldo Inquebrantable
Curiosamente, Trump no es conocido precisamente por su devoción religiosa, pero eso no ha sido un obstáculo. Para sus seguidores más religiosos, no importa que él mismo no encarne los valores bíblicos; lo que importa es que defiende sus causas y les otorga una legitimidad bíblica. Es el “instrumento de Dios en la Tierra”, un líder imperfecto que, como otros a lo largo de la historia bíblica, cumple una misión divina sin ser perfecto. Esta narrativa, convenientemente difundida a través de figuras religiosas y medios de comunicación de derecha, ha sellado su relación con el electorado cristiano conservador.
La Biblia, Política y Sociedad
En un Estados Unidos cada vez más diverso, los políticos como Trump parecen mirar hacia la Biblia no solo como una guía moral, sino como un arma retórica para definir quién pertenece y quién debe quedarse fuera. A medida que el cambio climático, los conflictos y la globalización continúan desafiando la estabilidad mundial, la narrativa de una “ciudad amurallada” no solo es obsoleta, sino que agrava las crisis que dice resolver.
Este uso de la Biblia para excluir, dividir y aterrorizar es un reflejo poderoso de cómo la política y la religión pueden distorsionarse en manos de quienes buscan poder. Y mientras continúen apelando a un electorado que comparte sus creencias literales, es probable que sigamos viendo cómo la fe y la política se entrelazan de maneras tan contradictorias como efectivas.
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